El taller de Jar II (Segunda época)

viernes, 4 de diciembre de 2009

Como un charco que se seca.


 



En octubre y noviembre pasado hice el curso de Divulgación científica 2009, Bases para la Comunicación Social de la Ciencia, organizado por la Unidad de Educación Permanente de la Universidad de la República.

Fue dictado en la Facultad de Ciencias por los docentes Claudio Martínez Debat y Rocío Ramírez Paulino.

Al final del curso los participantes debían elaborar un “material de divulgación”. En mi caso escogí escribir un artículo sobre el tema Desecación del Mar de Aral. El canal de comunicación elegido fue el blog.

Bueno, esa es la novedad, escribir un texto nuevo sólo para el blog, al contrario de lo que venía haciendo, que era colgar los artículos publicados en el Cultural.

Esta nota sobre el desgraciado destino del Aral tiene un antecedente. En 1999 escribí uno similar para la revista en Internet o webzine, El Cráneo.

Por un lado estuvo bueno tomar una vieja nota y actualizarla, pero por el otro lado fue perturbador comprobar el estado de desastre en que se encuentra el Mar Aral. Lo que me espera cuando tenga que actualizar las notas sobre Chechenia que están publicadas en El Cráneo.

Abrazos. Gracias por leer.









Desecación del Mar de Aral





El alto precio del progreso






Daniel Veloso





LOS GRANDES RÍOS apenas llevan agua al Mar Aral, el que fuera el cuarto lago más grande del Mundo. Aún hoy se sigue dibujando el contorno de sus costas en los mapas, pero sus orillas se han retirado decenas de kilómetros. Las ciudades que durante la década de los sesenta prosperaban con sus industrias pesqueras, ahora perecen lentamente envueltas en nubes de arena del desierto que avanza. Sus habitantes enferman por la altas concentraciones de sodio, que el viento arroja del lago seco hasta sus casas. La flota de barcos, de la que dependían, yace oxidada en medio de la nada, como una curiosidad fotográfica para turistas.







El antiguo mar interior contaba con su propia fauna ictícola, además de un variado ecosistema que habitaba en sus bañados. Casi toda esa diversidad animal se perdió.

La razón es que los dos ríos que traían el agua de de la meseta de Pamir y de las montañas Tien Shan, en la lejana China, han sido canalizados para regar plantaciones de algodón. El Amu Daria y el Sir Daria, el Oxus y el Jaxartes de los días del imperio de Alejandro Magno, fueron parte de un plan ambicioso para utilizar sus aguas para el desarrollo de esa región del centro de Asia.

“El Hombre corrige el planeta”, es el título del libro del ingeniero soviético Igor Adabáshev 1, y también podría ser uno de los enunciados del paradigma que llevó adelante la desecación del Mar Aral. Encierra la idea de que la Tierra debe ser corregida, que tal como está ofrece demasiados obstáculos al desarrollo de la Humanidad. También señala el derecho de la especie humana de forzar la geografía, construyendo grandes obras de ingeniería como diques, represas y canales, para así mejorar las condiciones de vida de todos sus integrantes. El objetivo, razonable y bien intencionado, no toma en cuenta otros aspectos que pueden ser dañados con esas monumentales infraestructuras.




Cliquea en la imagen para ver la animación.



El Mar Aral, remanente de un gran lago que conectaba al oeste con los mares Caspio y Negro, desde hace 10.000 años se mantenido con el aporte de agua de deshielo de los glaciares de las montañas de Asia Central. Actualmente el lago moribundo está dividido por la frontera de dos ex repúblicas soviéticas, Kazajstán al norte y Uzbekistán al sur.

A partir de los años treinta y especialmente luego de 1960, la Unión Soviética impulsó la construcción de canales de riego, que desviaran el agua de los ríos hacia las plantaciones de algodón. El objetivo era convertir aquellas tierras improductivas en un oasis, sacrificando para ello al gran lago salado.




Adabáshev menciona el ambicioso plan que el XXII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética diseñó para las repúblicas soviéticas de Asia Central. Con ello se buscaba “elevar la economía y la cultura” de estas repúblicas “fraternas” con estas obras de regadío. El ingeniero ruso enfatiza que si los dos ríos, el Amu Daria y el Sir Daria “se aprovechan al máximo" podrían regar veinte millones de hectáreas y crear nuevos oasis. Entusiasmado con su “guerra contra el desierto”, no hay una sola mención de qué pasaría con el Aral, su industria pesquera y su fauna, si el agua fuera desviada a mitad de camino.

La decisión estaba tomada a favor de convertir a la URSS en un importante productor de algodón. Hoy la ex república soviética de Uzbekistán produce el seis por ciento de la producción global de esta fibra y para la que destina cada año más agua del Amu Daria.




 





Morir de sed y de sal.




Las fotografías satelitales muestran como de aquel mar interior de 66.000 kilómetros cuadrados, sólo quedan largas lagunas con forma de lágrima. La parte sur, bajo jurisdicción uzbeka, está dividida en dos por lo que en los mapas era conocida como isla Renacimiento. Los restos del lago que le pertenecen a Kazajstán han corrido con un poco más de suerte, gracias a la construcción de la presa Kok-Aral que contiene el agua. En pocos años el nivel del llamado Mar Aral del Norte se ha ido recuperando y hasta se ha puesto en marcha la industria pesquera.

No es el caso de las otrora ciudades costeras como Moynaq, en la región de Karakalpakia, en Uzbekistán. Allí se alojaba un puerto pesquero que daba empleo a 60.000 personas. El mar ahora se encuentra a muchos kilómetros de distancia, quedando varados los barcos entre las dunas.

A la situación de desempleo generalizado que golpea a los habitantes de estas poblaciones se añade el aumento de cáncer de esófago y de tuberculosis, en parte relacionado al polvo salino que arrastra el viento desde el lecho del lago seco. Otras enfermedades son producto de la contaminación del agua por plaguicidas usados en las plantaciones de algodón y por productos químicos industriales como las dioxinas. 2

Los vientos esparcen la sal en un radio de 300 km, contaminando la tierra cultivable, destruyendo los pastizales para el ganado, e impidiendo la agricultura de subsistencia de la población afectada. El agua potable contiene una cantidad de sal por litro cuatro veces superior al límite permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

A esto se añade que la desaparición del lago como amortiguador del clima, ha hecho más extremos los inviernos y más tórridos los veranos.

Si no se implementan acciones similares a las aplicadas con el Mar Aral del norte, el  pronostico es la desaparición de la sección del sur para el año 2020.








Imagen capturada usando el Google Earth.






Notas:


1


El Hombre corrige el planeta, es el título del libro del ingeniero soviético Igor Adabáshev. Está escrito entre fines de 1961, año del XXII Congreso del Partido Comunista de la Unión Soviética, que Adabáshev cita y el XXIII Congreso de 1966.


Guillermo Torres Carral en su libro Introducción a la economía política ecológica, cita el libro de Adabáshev como “curioso” y dice que la edición al español de Editorial Progreso de Moscú es de 1974.
“En el caso de la visión neomarxista (…) de socialismo o barbarie, se consideró que el capitalismo ineluctablemente conducía a la destrucción de la naturaleza, lo que en los países socialistas no debió ocurrir; hoy sabemos que no sólo no se evitó, sino que la destrucción fue fenomenal”. Con la cita número 57, menciona el libro de Adabáshev.





El Mar Aral en 1985


 

2



Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP)



Los contaminantes orgánicos persistentes (COP) son compuestos orgánicos que persisten en el medio ambiente y tienden a acumularse en la grasa corporal de los seres humanos y los animales. Algunos de éstos son en extremo tóxicos a muy bajas concentraciones. Entre los COP figuran los plaguicidas, tales como el DDT; los productos químicos industriales, por ejemplo los bifenilos policlorados (BPC) que, entre otros usos, se emplean en aceites de transformadores; y los productos derivados de procesos industriales, como las dioxinas. Existe acuciante preocupación respecto de los efectos a largo plazo de estos productos químicos para la salud humana, tales como desórdenes reproductivos y neurológicos.




Calle desierta en Moynaq. 2008.
Fotografía de David Pin ©.



En Kazajastán, antiguo país miembro de la Unión Soviética situado en Asia Central, se observaron niveles inusualmente elevados de COP y de sus repercusiones para la salud en la población que se atribuyeron al uso de exfoliantes en el cultivo de algodón, la contaminación de peces en el mar Aral y el uso de BPC en las zonas industrializadas como posibles fuentes de exposición. En general, los niveles de beta-hexaclorociclohexano (beta-HCH) eran muchos más elevados que los niveles ambientales corrientes registrados en Europa, donde los niveles más altos correspondían a las zonas rurales. También se observaron altos niveles de p,p-DDE en las áreas rurales, como un indicio de uso de DDT luego de que fuera prohibido en la región.






Se registraron igualmente inhabituales niveles elevados de dioxina en la leche materna en la región meridional del país, observándose los niveles más elevados entre las mujeres que habían trabajado como recolectoras de algodón o en granjas algodoneras. Se informa de tasas elevadas de deficiencia mental y retraso en el desarrollo físico de los niños en Kazajastán, así como de altas tasas de un sinnúmero de enfermedades infantiles. La mortalidad infantil es también alta. Las infecciones respiratorias y de otra índole se cobran numerosas víctimas durante la infancia. Estos niños están expuestos a sustancias químicas tóxicas presentes en la leche materna y otros alimentos, así como a otros peligros para la salud asociados a la condiciones de pobreza.



[PDF] DOCUMENTO DE REFLEXIÓN
Page 1. IFCS 04-TS Punto 6 del orden del día Seguridad Química para el Desarrollo

Sostenible IFCS/FORUM-V/04-TS Original: inglés 3 de agosto de 2006 FORUM V ...
www.who.int/entity/ifcs/documents/forums/forum5/04_ts_sp.pdf












Bibliografía consultada:


ADABÁSHEV, Igor; El Hombre corrige el planeta; Editorial Progreso; Moscú 1974; 325 págs.


CARRÈRE D’ ENCAUSE, Hélène; Reforma y revolución entre los musulmanes del Imperio Ruso; Editorial SUR; Buenos Aires 1969; 332 págs.


HAMBLY, Gavin; Asia Central; Historia Universal Siglo XXI; Siglo Veintiuno Editores; México 1986, 350 págs.

WEELER; Geoffrey; Problemas Raciales en el Asia Soviética Musulmana; Editorial Universitaria de Buenos Aires; Buenos Aires 1965; 93 págs.



 

Páginas web consultadas que tratan el tema:

http://www.uruguayinforme.com/news/17072009/17072009_gravera.php


http://vaxtuxpan.blogspot.com/2009/11/mar-de-aralsorprendente-ejemplo-de.html

http://www.ingenierosinc.com/articulos/El-Mar-Aral-20.html

http://www.universalocean.es/desaparece-el-mar-aral-uno-de-los-cuatro-lagos-mas-grandes-del-mundo/

www.who.int/entity/ifcs/documents/forums/forum5/04_ts_sp.pdf

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Comienzan/obras/rellenar/agua/mar/Aral/elpepisoc/20040102elpepisoc_5/Tes/

   
 
 


El Mar Aral se está secando. Nota publicada en El Cráneo.



Agradezco al fotógrafo David Pin por permitirme utilizar una de sus fotos en esta nota.





2 comentarios:

Claude Martin dijo...

Muy bueno. Aprobado!
"el profe"

David dijo...

It would have been nice to give the credits for the pictures illustrating the article.
The empty street in Moynaq can be seen from here: http://www.flickr.com/photos/ddpn/2499314070/
The photo is subject to copyright and attribution should be mentionned and a link to the original done.
Best regards,
David Pin, Photographer